CATALEJO

OPINION LIBRE PERMANENTE SOBRE EL DIA A DIA. AUTOR JUAN SIMON CANCINO PEÑA, COMUNICADOR PERIODISTA. BOGOTA COLOMBIA.

Wednesday, August 16, 2006

Hambre


El rostro de la vergüenza


Hace algún tiempo, un amigo que tenía un cuñado nacido en Holanda, me contaba como el europeo se había sorprendido durante un viaje por tierras del departamento del Tolima, al presenciar como las frutas que caían de los árboles se podrían en la tierra sin que nadie las consumiera para su provecho, e intentaba explicarse cómo siendo Colombia un país tan rico, su gente no tenía para comer y en algunas circunstancias incluso se moría de física hambre.

Para confirmar que la vergüenza en muy pocas ocasiones conoce límites, la semana pasada la Universidad Externado de Colombia, publicó un estudio, según el cual en esta patria que a pocos les duele, se mueren tres niños y niñas en promedio al día por desnutrición. Los menores más afectados por esta catástrofe se encuentran en las zonas de frontera y en los nuevos departamentos o antiguos territorios nacionales.

En el estudio de igual modo se advierte de las consecuencias de una mala alimentación, generando en los menores desde retraso en el crecimiento, hasta llegar a adquirir discapacidades cognitivas, físicas o enfermedades como anemia y la constitución de un sistema inmunológico vulnerable, que expone a los niños y niñas a contagiarse con más facilidad de virus y bacterias.

Y mientras esta tragedia en silencio se pasea campante e impune por los campos y ciudades de esta “patria boba”, los “Chingados” medios de comunicación de Colombia, reseñaban el hecho con un lacónico y llamativo titular: “! Huí… recontraurgente, tres niños se mueren de hambre por día en Colombia!”, porque nuestros comunicadores estaban preocupadísimos por la amenaza terrorista de Alcaeda contra El reino Unido que por fortuna no se ejecutó.

Por ningún medio observé que se debatiera el asunto, y si estoy equivocado espero que me corrijan, ya que la “guaca de las Farc, la guerra entre el Líbano e Israel y las “Burradas” del presidente del país más poderoso de la tierra, se robaban la atención de los usuarios de medios de comunicación, mientras que la miseria humana de nuestros infantes pasaba desapercibida, quizás porque no había imágenes en video o fotografías lo suficientemente grotescas para ilustrar la información.

No será de extrañar como ha ocurrido tantas veces, que algo tan aberrante se quede en las cifras frías de un informe, sin que los responsables le respondan a la humanidad por algo tan monstruoso. Y mientras tanto, nuestros politiquerillos baratos de dudosa pelambre, estarán esperando el momento de unas nuevas elecciones, para ampararse en sus farfullas incoherentes, teniendo como escudo a los grupos vulnerables, para luego parapetarse en el poder y quedarse allí como un cáncer que poco a poco nos va comiendo las entrañas sin que queramos darnos cuenta.

Hasta cuándo tendremos que seguir escuchando la verborrea de nuestros dirigentes, pensando en hacer mundiales de fútbol teniendo como argumento que Colombia ya está preparada para emprender empresas de gran envergadura, olvidándonos que los retos que deberían tener todos nuestros esfuerzos para resolver están aquí adentro, en frente de nuestras narices, o acaso que obra más noble que la de darle una vida digna a los niños y niñas de Colombia.

Así fuera un solo niño que se muriese de hambre al año en Colombia, el acontecimiento ya sería lo suficientemente grave como para que la sociedad se movilizara en masa rechazarlo, porque querámoslo o no, esto es responsabilidad de todas y todos, ya sea por omisión, por despreocupación, o porque inermes hemos mantenido con complicidad a los criminales que han hecho de esta tierra un lugar poco seguro y de muy pocas oportunidades con equidad para todos.
Escribe Juan Simón Cancino Peña

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