CATALEJO

OPINION LIBRE PERMANENTE SOBRE EL DIA A DIA. AUTOR JUAN SIMON CANCINO PEÑA, COMUNICADOR PERIODISTA. BOGOTA COLOMBIA.

Wednesday, March 21, 2007

Extinción





LA NOTICIA, NO HAY PERIODISTAS

Por estos días el periodismo colombiano parece estar atravesando uno de los tantos momentos cumbres de esa crisis de contenidos que desde hace algunos años se ha venido agudizando y que a veces se torna cotidiana y permanente, con dizque noticias, crónicas, entrevistas y reportajes que además de risibles por lo ridículos, le harían pensar a muchos y no sin causas justas, que para ser estúpido un requisito que lo ratifique es el de comportarse como la mayoría de nuestros egregios amos de las verdades a medias y las obviedades absolutas, o como mejor podrían ser denominados por otros: las ostras reinantes en ese mar del conocimiento con un centímetro de profundidad.

No ha muchos días, con rimbombancia el canal RCN titulaba: “los jugadores del Cali cambian de look”, e hicieron de una rapada colectiva de pelo de algunos jugadores de un equipo de fútbol una patética noticia. Del otro lado de la competencia, o sea en el Canal Caracol, anunciaban como si se tratara de la muerte del Papa, que Juan Pablo Montoya partiría en el puesto 36 en las 500 millas de Daitona en la fórmula Nascar. Y entre los frustrados amores de las modelitos y actorcitos de la televisión y uno que otro gracejo de nuestros ilustres politiquerillos, se llenan las pantallas y el rigor pasa de agache.

Pero las perlas no paran aquí: el año pasado, una reporterita llamada Carol Guerrero, enviada por la W a cubrir el Festival de Cine de Canes en Francia, perseguía denodadamente a los actores más famosos del mundo, y cuando todos esperábamos que iba a presentarnos una pieza periodística al menos decorosa, la única estupidez que se le venía a su pobre cabecita de cuatro neuronas que solo le funcionan para apoyar el número equivalente de sus extremidades, era implorarles a las estrellas del llamado séptimo arte en vergonzante entonación orgásmica de prepago chapineruna: “Un saludo para Julio en Colombia..

Y que envión de antivitalidad tan desobligante al despuntar el alba cada día con la zaheriente voz de Erica Fontalvo, quien desde la madre patria mientras revisa los titulares de la prensa europea por internet, pretende hacernos creer que lo suyo son primicias, , el mismo trabajo que quizás en forma menos deficiente y onerosa podría hacer, y desde un estudio de radio aquí para que la farsa fuera menos evidente, un estudiante de primer semestre de la malograda universidad del moreno que pide que lo dejen jugar, así en ello se le fuera devolver las tapas de las alcantarillas, no sin antes rogarle que le diera una a Arismendi para que le cubriera la boca a su corresponsal en Madrid.

No descuidemos por favor el “menos técnica y más pasión”, frase de posicionamiento de un programita radial llamado “El Alargue”, nombre que nada tiene de raro pretenda compensar algunas nimiedades fálicas y neuronales de Antonio Casale y Andrés Maroco. Con ese tipo de argumentos del que este par de pelafustanes que consideran no se le habría ocurrido siquiera a Jorge Luis Borges, justifican su canallesco poco criterio, falta de investigación y todo principio de decoro para con ellos mismos y con los oyentes, y vomitan cualquier blasfemia, todo en aras de la menor técnica y la mayor pasión: y si estas son las nuevas generaciones del periodismo deportivo en Colombia, mejor persignémonos antes de encender la radio

Con contadísimas excepciones es tan evidente la decadencia del periodismo en Colombia, que no resultaría del todo descabellado, que en unos cuantos años nos estemos lamentando porque no en vida, se le erigió un busto a escala natural a la memoria de ese pintoresco “Sinchi” de la culta Manizales llamado Cesar Augusto Londoño, de quien hoy nos lamentamos por el aire que le roba a unas cuantas bacterias que bien podrían ser los anticuerpos de algún tuberculoso caído en desgracia, y que no obstante parece ser el émulo de uno que otro eunuco en todas las acepciones del término.

Con las debidas explicaciones por nunca haber juzgado los desafueros de César Gaviria quien en su momento fuera su jefe político, Daniel Coronel encabeza “Noticias Uno” un telenoticiero que se constituye en la muestra de que si es posible hacer periodismo investigativo, sin plegarse a los requerimientos del establecimiento, sin modelitos ocupando la mitad de la franja diciendo estolideces, y con periodistas que a sabiendas que arriesgan su propia vida, hacen el esfuerzo de poner en la parrilla un trabajo que con excepción de los goles del domingo no pasa por lo obvio, y que hace que a uno le den ganas de sentarse a ver noticias.

Lástima que alguien como Gustavo Gómez con tanto talento sobre los hombros, haga de la radio el escenario de su frustrada banidoteca, como si quisiera que de adulto los oyentes le devolviéramos el tiempo perdido de adolescente incomprendido por su satiriasis de onanismo insatisfecho; que un intelectual tan notable como Alberto Duque Escobar disimule tan mal el odio que siente por esas formas de la cultura que a el no le gustan. Y entre tanto Diana Uribe y Judith Sarmiento quedan como esa última Coca cola en el desierto, como el oasis del viajero desesperado que a veces parece más una ilusión que pese a lo enredado de la maraña del paisaje , es lo suficientemente vello como para no confundirse con la maleza circundante.
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